Aunque todos están en esa capacidad es cierto que no todos lo hacen. Las tres clases, para mí, de pensamiento humano. Nunca descansa el cerebro ni cuando estamos dormidos, al estar en constante funcionamiento el cerebro llega a estos tres estados de pensamiento.
Primera (Pensar por pensar)
Donde
se incluyen dejar volar la imaginación y el hecho de pensar por pensar, nada
detallado. El estar distraído: Voy en el metro y pienso que tengo en frente un
buen cordero asado con una buena jarra de cerveza fría. Cuando caigo en cuenta
mi imaginación me lleva a estar sentado dentro de un avión con destino a un
lugar en el que me gustaría estar y así por el estilo.
Segunda (Recuerdos e imaginación
detallada)
Aquí
entran los recuerdos cercanos o lejanos e incluso entra la imaginación
detallada, no aquella en la que empezamos imaginando algo y terminamos con
otras imágenes muy distintas a la que teníamos al inicio: Recordar aquella vez
en que solía hacer trampa en los exámenes de química en el colegio o cuando mi
jefa me despidió del trabajo de una mala manera. Imaginar cómo me llevo a la
cama a la vecina de al lado imaginando sus gemidos y hasta el olor.
Tercera (Pensar para actuar)
Aquí
hay análisis y estudio de una situación para poder actuar, hay planificación de
algo que se realizará, sea bueno o malo, por ejemplo: El pensar sobre el día de
mañana que tengo que madrugar para llevar a mis hijas al colegio, pero debo
tomar una ruta distinta, puesto que la habitual está yendo con retraso y no
deseo que llegue tarde.
En
ese ejemplo hay un estudio de la situación respecto a que la ruta normal que se
suele tomar para desplazarse hasta ese lugar va con incidencias que tienen que
ser solventadas usando una ruta alterna. En este tercer tipo de pensamiento
entra también el planear algo; Un viaje, un crimen, un homicidio, algo a corto
o largo plazo.
De
igual forma hay un cuarto pensamiento que no está al alcance de todos por el
simple hecho de que somos nosotros mismos los que no queremos usarlo. Me refiero
al pensamiento filosófico, introspectivo o de meditación en el que se activa lo
que en algunas culturas llamaban el tercer ojo, la glándula Pineal incluso.
En
este pensamiento, que no tiene nada que ver con el segundo, se llega a un
estado mental donde se puede visualizar a nuestros guías internos, nuestro yo
interno o Dios para las religiones. Es un estado de la conciencia donde vemos
una realidad tan simple que el mundo consiente para que no tiene cabida al
pesar más lo material que lo verdaderamente importe. En este estado mental se
logra tener control de un mundo no creado por la imaginación sino un mundo real
que existe y está al alcance de todos, pero la contaminación mental de un mundo
materialista no nos deja ver ese mundo existente pintándolo como locura o
simplemente invención de charlatanes, pero es ese mundo se logra que alteremos
para bien o para mal el mundo material en el que interactuamos, con esto me
refiero a sanar un dolor, lograr un objetivo. Casi como si ese dios creado por
nosotros nos hiciera el milagro o nos cumpliera ese deseo.
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