Aunque fue aquí en España que empecé a dedicarme a lo mío, es decir, a hacer mis videos o cortometrajes, ya había empezado en Colombia con el video arte, puesto que hacer videos con actores me era muy difícil, ya que muchos me pedían que les pagara aunque no fueran actores de verdad.
Aquí era más
fácil y había apoyo hacia este sector que jamás en Colombia lo encontraría, así que
empecé a hacer mis propios trabajos gracias a ese curso que hice en Metrópolis,
escuela de cine. ¿Pero qué tema empezaría a trabajar? Me gustaba mucho la violencia,
pero mejor empezaba desde abajo y decidí contar una historia que me rondaba
hace rato gracias a mi trabajo en la Asociación Culturas Unidas, donde colaboré
durante años.


Quise hacer un buen
corto basado en aquella casa que había en la represa de Argés en Toledo, pero
en esos 30 minutos que duré grabando e improvisando quedó este resultado que no
fue de mi agrado. Lo considero el peor corto que hice, de hecho ha recibido
muchos insultos en su versión corta. Perdidos es la versión original. Con
Abraham Fuya Quintero, uno de los mejores actores que hay en este país junto
conmigo.
La sombra se me ocurrió
mientras estaba fritando papas. Lo mío lo grabé en media hora y a mi hija la
grabé después. El resultado fue este.
Y a inicio del 2016
hice este con mucha dificultad con una historia larga que resumiré; José me
contactó a través de una empresa de atención domiciliaria, que me quedó
debiendo dinero (Tu hogar, mi hogar), para que lo atendiera en las mañanas. Y así
empecé a trabajar en su casa. Además de lo mío me dedico a atender a ancianos,
enfermos y discapacitados.
Pude darme cuenta de
cosas desagradables como el control total que ejercen su segunda ex esposa
junto con la empleada que se cree la dueña de su casa. No lo dejan ser libre ni
feliz, lo tratan como un inútil, especialmente la empleadita esta y no le dejan
que disfrute de la novedad. Ni de nuevos amigos. Recuerdo que de Daniel me
hablaban pestes como que era un vividor, que le robaba dinero a José, que era
casi un parásito, pero cuando lo conocí nada de eso vi, de hecho Daniel y yo
ahora somos amigos y nos damos la mano en trabajos que hacemos.
El viejo supo que yo
era realizador audiovisual y le gustó mucho mi trabajo a tal punto que me
empezó a insistir hacer un video juntos donde él actuara, ya que ese era su
sueño, ser actor, pero su primera esposa se lo impidió. Basándome en el
ambiente de la casa, físicamente hablando, empecé a echarle cabeza qué guión
escribir hasta que hice 3 días, casualmente algunas cosas de la historia habían
sucedido realmente. A José le gustó la idea, así que empezamos a grabar sin que
nadie supiera ello, puesto que me temía que no me dejarían. Pero al final eso
se supo y me lo prohibieron, yo acepté parar esa grabación de palabra, porque
no obedecí, seguimos grabando contra reloj y yo desesperado buscando una actriz
que, más tarde encontré y ensayé con ella, pero no se pudo hacerlo con ella. Conseguí
a Raquel Torrejón, acierto al seleccionarla, y en dos días grabamos lo de ella
meses después de que me despidieron del trabajo. Menos mal tenía ya todo
grabado menos lo de la actriz, Así
se hizo, escondidos grabamos durante dos días casi dos horas cada día. José me ayudó y abrió nuevamente las puertas de su casa para terminarlo. El resultado
estuvo muy bueno a pesar de los fallos técnicos que tiene, pues la mayoría del
corto no tuve ayudantes porque no podía meterlos en casa, además trabajamos luz
natural para ahorrar tiempo y espacio en iluminación. Lo bueno de este corto es
que a José le gustó mucho y eso era lo que yo deseaba.
Seguiré con el terror y
quizás algún día tenga presupuesto suficiente para hacer violencia. Esperemos a
ver lo que me depare el futuro.
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