No podía imaginar el 2020 como una de mis pesadillas anunciadas la cual sabía que llegaría, pero jamás pensé que tan pronto pasaría y que no estaría preparado para ello. Jamás imaginé vivir esta parte de la historia.
Para
Enero me fui a trabajar fuera de Madrid con un salario que me ayudaba un poco a
mantenerme y a pagar las deudas que tenía. Tenía que hacer un esfuerzo grande
para continuar con ese empleo que, a estas alturas, creo que ya había pasado página
y mejor me hubiese dedicado más a lo mío en el mundo audiovisual. Para Febrero
ya se empezaba a hablar de una posible pandemia que venía desde China y que si
se extendía a otros países se declararía pandemia todo por una sopa de
murciélago, aunque oyendo las noticias ya desde el comienzo la cosa parecía
rara. Algo no encajaba. Y vino el confinamiento que me agarró fuera de Madrid.
No podía salir ni a la tienda y yo pensando en cómo regresar, ya que en el
trabajo atendiendo a un señor mayor, este tenía una hija que me provocaba
lanzarla por las escaleras o al vacío del hueco de las escaleras. Hay quienes
tratan mal a sus empleados como si nosotros tuviésemos la culpa de todo. Nos
pagan, es cierto, pero en el salario no va incluido insultar ni tratarme mal.
Solo por esa mujer el trabajo no valía la pena. Como pude logré regresar en
pleno confinamiento gracias a un amigo que tenía una camioneta de una
distribuidora de panes, así logré regresar y que se joda el trabajo. Prefería
venirme de nuevo a Madrid que dejarme tentar por esa mala mujer y lanzarla al
vacío, si es que en ese momento tuviera huevos para hacer algo así.
Para
Mayo ya estaba de nuevo en Madrid. Solo podía salir a la tienda a comprar
comida. Todo era raro para mi. Ver las calles vacías era como una película de
destrucciones del mundo y las noticias me sonaban a manipulación total.
Mentiras para meter miedo a la gente, pero ¿Por qué? Veía esos videos de la
gente muriendo en las calles de Ecuador, escuchaba en los noticieros hablar de
miles de muertos en los hospitales, pero cuando fui a un centro de salud a
ofrecerme de voluntario para ayudar a los enfermos por el virus me topé con un
sitio solitario en donde me amenazó un médico con que o me iba o me denunciaba
con la policía (Esto implicaría una multa que no estaba en condiciones de
pagar)
A
esas alturas dejé de ver los medios oficiales y empecé a contrastar con
contactos que me podían sacar de mis dudas; médicos y virólogos amigos de mi
esposa que aún seguía en laboratorios de Madrid y Bogotá, incluso aún
conservaba un contacto que fue compañero de universidad de mi hermano, quien es
biólogo. Lo que me enteré aclaraba mis sospechas. Había una cuestión
conspiranóica en esto. El virus era tan mortal como los 5 dengues que tuve en
la vida.
No
tenía trabajo, no podía salir, necesitaba del sol, de aire puro, necesitaba
moverme, salir con mis amigos. Vivir de algo, pero esta farsa que muchos
dormidos creen nos estaba destruyendo. Menos mal tenía algo de dinero gracias
al trabajo en Valencia y de eso vivimos durante el encierro, ya que me habían
quitado la renta mínima sin decirme por qué. Todos sabían cuando era su final,
pero nadie me decía por qué razón me quitaban la renta mínima, asuntos sociales
me decía que preguntara en O´Donnell y allá que fuese a asuntos sociales. La
última vez que estuve en O´Donnell les lancé una silla por tomarme el pelo. Se
llevaron su escándalo por burlarse de los necesitados, gracias a nosotros ellas
tienen su empleo y una silla para poner sus gordos y abiertos culos. Por esa
razón acepté el trabajo fuera de Madrid.
No
tengo casa, solo esta donde según la bruja, Rita Zapata, somos ocupas y en
cualquier momento nos lanzan a la calle. Entiendo que excedimos el tiempo
máximo de permanencia en este sitio, pero si no me he ido es por no tener
dinero ni a donde largarme, pero ganas no me faltan para largarme de aquí. Si
viviera solo no me importaría irme, pero tengo familia y ahí la cosa cambia.
Aún así debo reconocer, y siempre lo expresé, aún habiendo cosas negativas en
Cáritas y con algunos miembros del equipo, yo les agradezco esta labor. Que
podrían hacer mucho más, pero parece que no pueden, o no quieren. Da igual, se
acepta bien esas migajas y es lo que odio en este momento, tener que depender
de alguien y tener que rendir explicaciones como cuando estaba la bruja mayor
que hasta me preguntó por qué me había ido a Toledo sin decirles nada. ¡Si esos
videos hablaran!
Alguna
amiga me ayudó con comida, ya que el dinero se acaba, muchos me ayudaban con
ánimos, lo cual es tan fácil apoyar de palabra, sería mejor con hechos y no con
una palabrería que, a la larga, no sirve de nada. En Junio empezaba a dirigir
un largometraje de bajo presupuesto, pero no se ha logrado llevar a cabo por la
situación. No todos pueden movilizarse. Al igual fui seleccionado para una
serie y un film, pero nada. Con esta situación se me fue todo a la mierda. Por
fortuna en Junio, si mal no recuerdo, me llegó una ayuda que me correspondía de
SEPE y con ello fui solventando necesidades, al poco tiempo logré el ingreso mínimo
vital que me dura hasta Junio de este 2021 y de ahí en adelante ni idea de qué
haré porque ni siquiera nadie me dice qué debo hacer cuando se termine
(Reanudar, buscar otra ayuda, etc) porque me toman el pelo en la seguridad
social donde me dicen que debo pedir cita, para esa información, en internet y en
internet me dicen que debo ir a una oficina o llamar a un número donde, en caso
de que contesten, dicen que debo pedir la cita on line. ¿Y así quieren que uno
sea educado y no que no descarguemos nuestra ira?
No,
no fue un buen año, porque hasta ese trabajo haciendo fotos publicitarias para
trabajadores sexuales se jodió. Veo que predican el distanciamiento social como
si tuvieran miedo a que la gente se reúna y no va por el virus que existe, sin
embargo es falso toda esa mierda estadística de la que hablan borregos y
organismos oficiales. ¿Distanciamiento? ¿Y por qué no lo hay en el metro? Ya
nos vuelven enemigos, todos contra todos, ya uno da su opinión y si no están de
acuerdo te agreden o te censura facebook como lo hizo con ese video donde hablo
de cómo sané con una bebida rara. ¿Y me dicen que la vacuna no será
obligatoria? Espera y verás.
Estoy
cansado, agotado. Pensar en mi futuro no es agradable. No tengo futuro, no
tendré pensión, para ello debería trabajar más allá de los 80 años, pero ¿Y
todo ese tiempo que trabajé cotizando? Seguramente me robaron esos 3 años que
me faltan. No hay esperanza, solo vivir el momento, el día a día. Seguir aquí
hasta que a alguien le de la puta gana de decirnos; tenemos una casa dentro de
Madrid para ustedes, aunque eso no sucederá. Solo nos ofrecieron casas de
bancos que tenía su trampa, puesto que para tener que renovar contrato le
subían el doble del alquiler como pasó con algunos vecinos de este lugar. De
verdad estoy agradecido con Cáritas por esta labor, por su ayuda. Podrían hacer
más, ayudar colocando gente en empresas como lo hice yo en aquella asociación
en Lavapiés donde ayudé a extranjeros y nacionales a encontrar un trabajo. Más
de 40 vieron la luz y una forma de tener ingresos económicos.
Todos
estamos jodidos, unos más que otros. El 2020 pasará a la historia como el
inicio del plan iluminati de censura y manipulación global gracias a una
pandemia controlada que vendieron como agresiva para vendernos una vacuna que
no hace bien. Ya no llevan la esencia de una vacuna real. Matan gente para
pasarlos por víctimas del virus. No importa de qué fallezca, la palabra covid
estará presente y si se atreven a decir la verdad su licencia será eliminada o
tomarán represalias con ellos. Estoy harto de esta farsa, estoy harto de mi
situación (Me da igual la de los demás) ¿A dónde ir? Ni idea. Me veo solo,
enfermo y tirado en la calle cuando tengo esta cabeza llena de arte, de
creatividad a pesar de no ser creativo para ganarme la vida. Y este 2021 no
pinta nada bien. Empecé con otros 2 trabajos perdidos. Solo tengo mi segunda
película que seguramente dará de qué hablar entre conspiranoicos y, me lo
espero, algún problemilla por el tema que se trata en ella. ¿Cómo veo este
2021? Lo veo así; vamos a extrañar el 2020. Ahora estoy en manos de gente de la
que no quisiera tener nada que ver.